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La entrega de coches al desguace se dispara un 20% al calor de la nueva norma de emisiones

Comprar un vehículo a partir de septiembre será más caro por el cambio de reglas, lo que ha acelerado la renovación de los vehículos

En 2017 se matricularon 1,23 millones de coches, un 7,7% más que en 2016, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac). Sin embargo, la tasa de achatarramiento, a la baja estos años, ronda el 50%: por cada 100 coches nuevos, solo se dan de baja 50. Esto acarrea un problema de envejecimiento del parque de vehículos y por tanto de contaminación y seguridad. Pero la tendencia está cambiando. En el primer semestre, los coches desguazados subieron un 20%, pasando de 323.111 unidades a 388.329. Influye la mejora de la situación económica y el aumento de matriculaciones impulsado por la norma de emisiones que, a partir de septiembre, encarecerá los coches. Solo en julio las matriculaciones subieron un 19,3%.

La tasa de achatarramiento —proporción de vehículos que se llevan al desguace respecto a los nuevos que entran en mercado— se sitúa alrededor del 50%. En años en los que había planes de incentivos de compra por parte de las Administraciones estaba en el 100%, es decir, se daba de baja un coche por cada uno nuevo que entraba en el mercado. Entre enero y junio de 2018 se desguazaron 388.329 unidades y la tasa se situó en el 53%, mientras que en el mismo periodo de 2017 fue del 48%.

Según Anfac, el porcentaje aumenta lentamente porque la situación económica y la confianza son “mejores que hace cinco o seis años”. “Durante la crisis se amplió mucho el tiempo en el que la gente mantenía el vehículo, pasando de una media de renovación de 8 a 12 años y aún se mantiene esa costumbre de no cambiar el coche con tanta facilidad”, explica Noemi Navas, responsable de comunicación. Las asociaciones denuncian que la edad media de los vehículos está en los 12 años, el dato más alto desde 2002, cuando comienza la serie estadística de Anfac. “Una edad media tan elevada trae problemas de contaminación y siniestralidad. Estos riesgos van a seguir aumentando si no se achatarra a un nivel mayor”, afirma Arancha García de Anfac.

Raúl Morales, de la asociación de concesionarios Faconauto, también incide en la peligrosidad del envejecimiento de los vehículos y explica que el achatarramiento está siendo “totalmente insuficiente”. “En 2020 el 62% de los vehículos tendrán más de 10 años. Ahora la tasa es del 30%”, comenta. Según Morales, no se pide un plan de renovación, sino de achatarramiento y asegura que los concesionarios “están vendiendo todo lo que tienen que vender”. “Hay que dar salida a las familias que no pueden afrontar el gasto que conlleva cambiar un vehículo. No tiene que ser nuevo, puede cambiarse por uno de segunda mano con menos años e incentivar la compra de vehículos de unos cinco años”, defiende. Con la nueva normativa de emisiones, a partir de septiembre los agentes del sector calculan que el precio de los vehículos se encarecerá entre 700 y 1.000 euros.

Entre 2015 y 2017 las matriculaciones crecieron, pero el número de bajas fue menor que antes de la crisis. “Hay que tener en cuenta factores de coyuntura económica como los sueldos medios, que hay más empleo, pero los sueldos son menores, el endeudamiento familiar y la capacidad de ahorro de las familias”, comentan fuentes de Anfac. La patronal de vehículos afirma que el bajo número de achatarramiento también se puede explicar por “la confusión” que tiene la población por los cambios en las políticas de circulación de las ciudades. “Algunas personas compran pero no se desprenden de los coches antiguos, mientras que otra parte directamente decide no comprar porque no sabe qué tipo de coche va a poder circular”, comenta García. Así, asegura que hay personas que adquieren coches eléctricos o híbridos para utilizar en el centro y el día a día y el vehículo antiguo lo mantienen para realizar viajes más largos.

En España hay unos 1.300 Centros Autorizados de Tratamiento (CAT), es decir, desguaces que pueden achatarrar y dar de baja a los vehículos. De ellos unos 850 recuperan piezas y recambios, según cálculos de la Asociación Española de Desguace y Reciclaje del Automóvil (Aedra). “Calculamos que debería haber más de 800.000 bajas al año, pero no pasan de 700.000”, explica Rafael Pardo, presidente de Aedra, que añade que sospechan que unas 100.000 bajas anuales están encubiertas en bajas temporales realizadas por desguaces no autorizados. Pardo asegura que se están “desmatriculando” menos coches al eliminar los planes de ayuda a la compra de un nuevo vehículo que requerían de la entrega de uno antiguo.

En Desguaces El Choque, en Madrid, aseguran que en 2017 achatarraron “unos 10.000 coches” y que en lo que va de 2018 llevan “entre un 20 o un 30% más”. “Si seguimos así, calculamos que terminaremos el año entre los 12.000 y los 13.000 vehículos”, explica Gonzalo Pinto, director general del negocio. Pinto explica que no se cobra a los clientes por desguazar el vehículo, sino que se les paga. “Intentamos valorizar y reutilizar todas las piezas, ya sean de un coche de tres años o de uno de 20”, comenta Pinto, que añade que “en España hay poca demanda”.

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Fuente: ElPais.com // 20.08.2018