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Los diesels tiemblan ante la nueva ITV

Fuente: Elpais.com // 01.03.18

Los sistemas de seguridad tendrán un control más severo y detectarán los softwares maliciosos.

Más larga, más cara y más exhaustiva. Cada vez se está poniendo más fea la cosa para los vehículos más contaminantes y los que están en peor estado. Junto a las iniciativas que están desarrollando algunas ciudades para prohibir la entrada de estos vehículos, Barcelona, Madrid o más recientemente el archipiélago balear, entre ellas; la nueva ITV (Inspección Técnica de Vehículos) también viene a poner su grano de arena para controlar las emisiones.

Javier Llamazares, director general de Fesvial (Fundación para la Seguridad Vial), asegura que la implantación del sistema de diagnóstico a bordo del vehículo (OBD, de sus siglas en inglés), que permitirá entrar en las centralitas electrónicas de los vehículos, “puede dejar fuera del parque a muchos vehículos porque el control de las emisiones será más exhaustivo”.

Las revisiones pueden encarecerse a partir del mes de mayo porque serán más largas y complejas.

Aunque desde AECA-ITV (Asociación de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos) y Conepa (Confederación Española de Profesionales de Automoción) aseguran que los vehículos más viejos, pero muy mantenidos, no serán rechazados en la inspección, todo apunta al hecho que a “los más contaminantes los tocará pasar por el taller para abordar las deficiencias”, afirma Llamazares.

A su juicio, “los diésel, anteriores en 2000, serán los más perjudicados, aunque habrá un periodo de seis o siete meses para adaptarlos”. Pero Arturo de Miguel, responsable técnico de RACE (Real Automóvil Club de España), lo hace extensible a los diesels anteriores a 2006, “aunque dependerá de la marca y el coche”.

Además, todo apunta al hecho que la nueva inspección técnica de vehículos será más cara a partir de mayo, cuando entra en vigor, porque será más larga y compleja por las inversiones que tendrán que hacer los centros, y también porque el acceso a las centralitas de los automóviles necesitan el permiso de los fabricantes, que, en muchos casos, supone pagar a la marca, hasta ahora solamente aplicable a los talleres. Estos ya traen años entrante en las centralitas de los vehículos y haciendo análisis de gases, sobre todo en los diesel durante las revisiones pre-ITV.