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El coche eléctrico pone en riesgo 38.000 empleos en los proveedores

La irrupción del coche eléctrico no sólo impactará en las marcas y las fábricas. También las empresas de la red de proveedores corren el riesgo de desaparecer si no se adaptan. Catalunya no escapa. Las 352 firmas que suministran componentes y piezas están muy orientadas al motor de combustión, no al eléctrico, cosa que las deja con el pie cambiado y arriesga miles de empleos, según un estudio que presentó este jueves el Departament d’Empresa. Una dependencia ligada a la realidad: de las dos grandes, Seat no produce eléctricos en Catalunya y Nissan fabricó sólo 13.000 en el 2019.

Las empresas se enfrentan a una “tormenta perfecta”, en palabras de la consellera de Empresa, Àngels Chacón, que pidió estar alerta y actuar. Se prevén disrupciones en la demanda –nuevas formas de propiedad como el car sharing –, la tecnología –coche autónomo, conectividad–, el propio sector –grandes alianzas, cambio de los centros de decisión– y la sostenibilidad –emisiones, conciencia verde–.

Centrada en motores clásicos, la nueva era de la movilidad llega a la industria catalana orientada más al pasado que al futuro, si se mira el horizonte. El estudio ha puesto concreción a los temores: de las 325 empresas suministradoras, 24 –con 5.822 empleados– están en “muy alto riesgo” de desaparecer de la cadena productiva; 121 –con 18.749 trabajadores– tienen “alto riesgo” si no innovan; y otras 90 –con 13.375 empleos– enfrentan un “moderado riesgo”. En conjunto, 37.946 puestos de trabajo. Las que más difícil lo tienen son las centradas en motor, caja de cambios y transmisión.

Para Chacón, aún hay tiempo para adaptar la actividad del sector y dar respuesta al eléctrico. “Entre la alarma y no hacer nada está la alerta. Hay cinco años por delante para actuar”, apuntó. “Es una oportunidad de cambio, el impacto dependerá del grado de implementación del coche eléctrico”, añadió la directora general de Indústria, Matilde Villarroya. Pero no hay que quedarse parado: Empresa pide 20 millones de euros sobre los programas actuales para nuevas actuaciones.

En Catalunya el caso paradigmático es el de Nissan. Con las máquinas operando muy por debajo de su capacidad, un ERE, la pérdida de modelos y soluciones para paliar la pérdida de actividad –una planta de pintura– de por medio, se busca potenciar al máximo la vertiente eléctrica para garantizar el futuro de las fábricas. Desde el Govern afirmaron que se está “luchando al máximo por Nissan”, con reuniones con las autoridades a todos los niveles y los sindicatos, pero reconocen que en último término la decisión “no depende de nosotros ni del dinero que aportemos”, sino de la dirección de la marca. “Somos conscientes de la situación, nos ocupa y nos preocupa”, incidió la consellera.

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Fuente: lavanguardia.com // 28.02.2020