El uso de fibras de carbono ha ido aumentado de manera notable en los últimos años. En 2017 se consumieron en todo el mundo alrededor de 70.500 toneladas métricas. El aumento de la demanda durante la próxima década es un hecho, con previsiones que van desde 140 Mt para 2020 a 175 Mt para 2025. Estas elevadas estimaciones de consumo de fibra de carbono sugieren que, en el futuro, se generará una gran cantidad de residuos ricos en estos materiales.
La fibra de carbono se utiliza casi exclusivamente para fabricar materiales compuestos. Los materiales compuestos reforzados por fibras son los más importantes desde el punto de vista tecnológico, y entre ellos destacan los reforzados con fibra de carbono. Tienen una elevada resistencia a la fatiga y gran rigidez a bajas y altas temperaturas y, simultáneamente, una baja densidad, por lo que presentan una muy buena relación resistencia-peso.
Este tipo de materiales se emplean con cada vez más frecuencia, sobre todo en aplicaciones que necesitan materiales resistentes y ligeros. Se utilizan, por ejemplo, en la industria aeronáutica y de defensa (sectores que consumen el 36% del total) seguidos por la industria automovilística (24%), energía eólica (13%), deportes y ocio (13%), construcción (5%) y otros usos diversos (9%).
Por poner algún ejemplo representativo del amplio uso de estos materiales en las diferentes industrias, cabe destacar el Airbus A380: el 40% de su peso total corresponde a materiales compuestos de fibra de carbono.
Otro ejemplo significativo, en este caso en el sector del automóvil, es el modelo i3 de BMW, totalmente eléctrico, cuya carrocería está fabricada con estos materiales.
Con unos precios que oscilan entre los 30 y los 58 euros por kilogramo de fibra de carbono, existe una clara necesidad de desarrollar un modelo de economía circular para recuperarlas de los desechos y reintroducirlas como materias primas secundarias en lugar de desecharlas en vertederos o quemarlas en instalaciones de incineración (las dos opciones más utilizadas en la actualidad).
Fuente: aclima.eus // 04.04.2019