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Las nuevas minas ya no están bajo el suelo

“No es necesario extraer metal virgen de una mina, ahora lo tenemos mucho más a nuestro alcance”, señala Alicia García-Franco, directora general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER). García-Franco se refiere al que se conoce como minería urbana, que consiste en recolectar metal en desuso para su reciclaje y reincorporación como nueva materia prima.

“Se la llama urbana porque la chatarra se encuentra, principalmente, en las ciudades y polígonos industriales”, explica Jorge Sánchez Cifuentes, responsable de sostenibilidad en e-distribución, la filial de distribución eléctrica de Endesa. Sólo el stock de aluminio en las redes de e-distribución equivale al 120% de la producción anual de este metal en España. En concreto, el stock de aluminio, cobre, acero y hierro de la red de la compañía alcanza las 908.000 toneladas, que serán recicladas en su totalidad una vez finalicen su ciclo de vida, aseguran desde la empresa.

“Llevamos tantos años extrayendo metal, que hay estudios que sostienen que ya hay más fuera que bajo tierra o, al menos, metal que sea extraíble fácilmente”, añade Sánchez Cifuentes. Sin embargo, el responsable de e-distribución reconoce que “la extracción aún sigue siendo necesaria”. El único caso en que el 100% del metal procede del reciclaje es el plomo, según datos facilitados por la FER.

En cuanto a los demás metales mayoritarios, el 80% del cobre que utiliza la industria es reciclado y, en el caso del aluminio y el acero, el porcentaje es del 75%. Es decir, más de tres cuartas partes del plomo, cobre, aluminio y acero que se usa procede del reciclaje.

La directora general de la FER explica que mejorar estos datos depende de la demanda. “El metal se puede reciclar indefinidamente sin perder su calidad ni sus propiedades, pero si hay más demanda que material ya disponible es preciso extraer recursos nuevos”, explica García-Franco.

El directivo de e-distribución señala que “ya es económicamente más viable utilizar metales reciclados que extraer nuevos recursos, en muchos casos”. En concreto, reciclar aluminio en lugar de optar por la extracción supone un ahorro energético del 95%, según datos de la de la Oficina Internacional del Reciclaje (BIR, por sus siglas en inglés). En el cobre, el ahorro es del 85%; en el hierro y el acero, del 74%; y, en el plomo, del 65%. Para que se hagan una idea: al reciclar una lata de aluminio se ahorra la energía suficiente para hacer funcionar un televisor durante unas tres horas o bien para hervir suficiente agua para 20 tazas de té.

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Fuente: lavanguardia.com // 24.01.2020